Dr. Carlos Bardavío Antón
Universidad de Sevilla
¿Por qué la vida sin Nietzsche sería un error? Tenía sólo dieciséis años y entró de repente su filosofía en todo mi ser. Apenas había leído algunos pocos libros obligatorios en el colegio y en el instituto; se podría decir que no me gustaba leer. Ahora, veinte años después de mi primer contacto con la filosofía de Nietzsche, puedo afirmar sin equivocarme que gran parte lo que soy se lo debo a él. Pero, ¿por qué su filosofía me ha influido a mí y a tantos otros a lo largo de la historia reciente? ¿Acaso no habrá algo de verdad en su pensamiento?
En la actualidad, se dice que Nietzsche es un filósofo para estudiantes, apenas es citado por las grandes corrientes de pensamiento. Aunque no se le niega, sólo se le reconocen los cuatro puntos cardinales de su filosofía, a saber: la voluntad de poder, la transvaloración de todos los valores, o inversión de todos los valores, el superhombre y el eterno retorno de lo idéntico. Aquí acaba, parece ser, el pensamiento que nos legó el filósofo del vitalismo. ¡Sí, así es: él es el filósofo del vitalismo! A pesar de su dubitada enfermedad desde que fuera catedrático, su pensamiento tiene tanta fuerza y amor por la vida que cualquier comparación con él ha de estar siempre encarnada en la vida misma.