- Ejercieron por primera vez su derecho al voto el 3 de julio de 1955
- Mujeres envueltas en su usual rebozo depositan su voto en las urnas
- Crónicas y gráficas de periódicos de la época testimonian el histórico suceso
Por Ricardo FLORES MIRANDA
La elocuencia fotográfica y las crónicas periodísticas de los periódicos de la época dan cuenta del momento histórico cuando las mujeres mexicanas ejercieron por primera vez su derecho al voto aquel 3 de julio de 1955, convirtiéndose en un hito que marcó significativamente la historia democrática del país y por el cual las sufragistas lucharon durante años.
“El espectáculo fue inusitado: mujeres llevando en brazos a sus hijos, en compañía de sus esposos depositan su voto en las urnas”, dice parte de la crónica del diario Excélsior, la cual en una extensiva información acompañada de las gráficas correspondientes reseñan el compromiso cumplido del Presidente de la República, Adolfo Ruíz Cortines (diciembre 1952 a noviembre 1958), prometido en su campaña política a la candidatura a la primera magistratura del país a más 20 mil mujeres concentradas en el “Parque 18 de Marzo” de la ciudad de México el 6 de abril de 1952, quienes le demandaban el derecho a votar y ser electas a puestos de elección popular.
Un año y seis meses después de ese histórico mitin, el 17 de octubre de 1953, el ya entonces Jefe del Poder Ejecutivo, Don Adolfo Ruiz Cortines, cumplía su promesa de campaña promulgando las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en el ámbito federal.
Las gráficas de los diarios nacionales de hace 60 años nos revelan imágenes inusitadas ante nuestros ojos, en ellas vemos como en una larga fila mujeres de condición social humilde, la mayoría, envueltas en su usual rebozo llevan a sus bebés, acurrucados dormitando; de esas fotos inmemorables una en particular nos llama la atención, es la de un niño, que a pesar de sus escasos años de edad está atento y no deja de fijar la mirada en su progenitora en el instante en que deposita la papeleta del voto en la ranura de la urna. Mientras ella, sonriente, obedece las instrucciones de los militares que la rodean.