- Debemos estar preparados para hacer valer nuestro sufragio
- Hacer valer el voto ante las fullerías de los partidos tramposos
Las mexiquenses y los mexiquenses acabamos de concluir hace más de un mes, en el Estado de México, un proceso electoral que deja mucho que desear en la limpieza de los sufragios, no obstante ya se tiene a un ganador (el priista Alfredo del Mazo), se duda de que haya obtenido los votos necesarios que le permitan “presumir” haber logrado la gubernatura con legalidad y honradez.
Haber ganado el Estado de México electoralmente significó al PRI, el partido del gobierno en el poder, un bastión de suma importancia para conseguir de nueva cuenta la Presidencia del país, tanto que en los 125 municipios que conforman el territorio mexiquense se concentra el porcentaje mayoritario del padrón electoral, donde la máquina tricolor y sus aliados buscarán manipular a la ciudadanía a sus anchas, a fin de que se repita la misma fórmula truculenta y obtengan a como dé lugar la primera magistratura de la nación.
Ante el desafío del 2018, las mexicanas y los mexicanos, debemos estar preparados para hacer valer nuestro sufragio ante las fullerías de los partidos tramposos, mitoteros y habladores, quienes al final de cuentas todos, sin excepción alguna, están cortados por la misma tijera de la falsedad, las vanas promesas, sin dejar la verborrea de sus políticos sinvergüenzas y tranzas.
Las mexicanas y los mexicanos, tenemos ante nosotros un desafío electoral que tendremos que combatir con razonamiento e inteligencia. No dejarnos llevar por palabras bonitas y manipuladoras; por programas sociales ilusorios que sólo engañan y no son nada efectivos ante las necesidades del pueblo en general.
Tanto el PRI, el PAN y el PRD, han demostrado los colmillos retorcidos de sus políticos; las uñas largas de sus gobernantes; los actos sinvergüenzas de sus representantes populares, convertidos en “alza dedos” para aprobar leyes a su conveniencia.
Ante el desafío que nos marcará el 2018, las mexicanas y los mexicanos nos toca la libertad de saber a quién vamos a elegir, sin que nos envuelvan en un mar de mentiras los políticos cínicos y bribones.