Miguel Polaino-Orts
“Cuán bella fue la vida y cuán inútil”
Luis Cernuda
En 2003, como colofón de los fastos del centenario de su natalicio, apareció en las publicaciones de la Residencia de Estudiantes un amplio volumen con el epistolario de Luis Cernuda, compilado y anotado por James Valender y, al año siguiente, vería la luz el hermoso tomo 100 años de Luis Cernuda, a cargo de Nuria Martínez de Castilla y del mismo Valender, que recoge las actas del congreso celebrado en mayo del 2002 en la Residencia de Estudiantes de Madrid y en el Paraninfo de la Universidad hispalense. Las dos ediciones son estimables, por los estudiosos que en ellas colaboran y por la figura estudiada, pero quizá sea la primera de ellas la que aporta sorpresa más iluminadora por transitar por los recónditos caminos de la privacidad. Si toda carta constituye un valioso documento biográfico y personal, en el caso de Cernuda la relevancia adquiera aun mayor dimensión, a la vista del carácter hermético y retraído, esquivo y huidor del poeta sevillano.