Derecho

Sufragistas Mexicanas Festejan 60 Años De Su Derecho Al Voto

  • Ejercieron por primera vez su derecho al voto el 3 de julio de 1955
  • Mujeres envueltas en su usual rebozo depositan su voto en las urnas
  • Crónicas y gráficas de periódicos de la época testimonian el histórico suceso

Por Ricardo FLORES MIRANDA

(120701) -- CHIMALHUACAN, julio 1, 2012 (Xinhua) -- Una mujer emite su voto en una casilla electoral, en el municipio de Chimalhuac¨¢n, en el Estado de M¨¦xico, M¨¦xico, el 1 de julio de 2012. Poco m¨¢s de 79,4 millones de electores en las 32 entidades del pa¨ªs, acuden el domingo a las urnas para elegir al pr¨®ximo presidente de M¨¦xico, para el sexenio 2012-2018, as¨ª como a 500 diputados y 128 senadores. (Xinhua/Pedro Mera) (pm) (mp) (ce)

La elocuencia fotográfica y las crónicas periodísticas de los periódicos de la época dan cuenta del momento histórico cuando las mujeres mexicanas ejercieron por primera vez su derecho al voto aquel 3 de julio de 1955, convirtiéndose en un hito que marcó significativamente la historia democrática del país y por el cual las sufragistas lucharon durante años.

“El espectáculo fue inusitado: mujeres llevando en brazos a sus hijos, en compañía de sus esposos depositan su voto en las urnas”, dice parte de la crónica del diario Excélsior, la cual en una extensiva información acompañada de las gráficas correspondientes reseñan el compromiso cumplido del Presidente de la República, Adolfo Ruíz Cortines (diciembre 1952 a noviembre 1958), prometido en su campaña política a la candidatura a la primera magistratura del país a más 20 mil mujeres concentradas en el “Parque 18 de Marzo” de la ciudad de México el 6 de abril de 1952, quienes le demandaban el derecho a votar y ser electas a puestos de elección popular.

Un año y seis meses después de ese histórico mitin, el 17 de octubre de 1953, el ya entonces Jefe del Poder Ejecutivo, Don Adolfo Ruiz Cortines, cumplía su promesa de campaña promulgando las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en el ámbito federal.

Las gráficas de los diarios nacionales de hace 60 años nos revelan imágenes inusitadas ante nuestros ojos, en ellas vemos como en una larga fila mujeres de condición social humilde, la mayoría, envueltas en su usual rebozo llevan a sus bebés, acurrucados dormitando; de esas fotos inmemorables una en particular nos llama la atención, es la de un niño, que a pesar de sus escasos años de edad está atento y no deja de fijar la mirada en su progenitora en el instante en que deposita la papeleta del voto en la ranura de la urna. Mientras ella, sonriente, obedece las instrucciones de los militares que la rodean.

Un sinnúmero de fotos bajo el resguardo del Archivo General de la Nación, de la autoría de los hermanos Mayo, los Casasola y de otros ilustres fotógrafos, testimonian el sufragio que por primera vez realizó la mujer, y que resultan en nuestros días un legado histórico digno de conocerse, porque nos permiten apreciar a través de las imágenes a esas mujeres del pueblo y de otros estratos sociales acudir a las urnas para alcanzar espacios negados en la vida democrática y política del país, como fueron aquellos primeros antecedentes exitosos del voto que se dieron en Yucatán, en 1923.

Si bien hubo peticiones de las mujeres desde 1916. Yucatán reconoció el voto tanto municipal como estatal en 1923, con tres mujeres electas para diputadas al congreso estatal: Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib y Beatriz Peniche de Ponce; al mismo tiempo Rosa Torre fue electa para regidora en el ayuntamiento de Mérida. Sin embargo, cuando el gobernador Felipe Carrillo Puerto, quien les proporcionó el respaldo de su gobierno, murió asesinado en 1924, las cuatro valientes mujeres tuvieron que dejar sus puestos ante la amenaza de muerte de sus detractores, enemigos de la democracia y la libertad.

Hoy a 60 años de que las mujeres estuvieron por primera vez frente a una urna para emitir su decisión, es meritorio de reconocer los pasos que han dado hasta la inclusión y aplicación del principio de la paridad en nuestra Constitución. El suceso fue considerado como la democratización de la ciudadanía, pero este proceso no ha terminado continua, las mujeres no deben bajar la guardia hasta tener más oportunidades, hasta alcanzar la igualdad sustantiva en el ámbito político y en todos los espacios de la vida pública.

Tal vez le interese
Acción Nacional busca fortalecer las policías municipales: Leticia Zepeda
Es tiempo que la FGJEM sea dirigida por una mujer
Recuperaremos los programas sociales que si benefician al pueblo: Zaira Montoya