Entre la imprudencia, la dignidad laboral y el Coronavirus
Se podría llamar “imprudencia” cuando no se acatan las restricciones del Gobierno para luchar en contra de esta crisis de Salud o esta pandemia mundial llamada “Coronavirus”. En México el 56 % por ciento de sus habitantes se dedican al comercio, los ciudadanos de diferentes edades ven en el comercio formal o informal una opción “para vivir o sobrevivir”. Hay quienes obtienen ganancias que les permite tener ahorros considerables, muchos otros comerciantes viven “al día”, con la inclemencia de pagar múltiples gastos, como renta, servicios públicos, gastos de hogar, colegiaturas e ir a cuenta gotas en la economía. Si paran unos días, semanas o meses, prácticamente sus pequeños o medianos negocios pueden quebrar.
Es de admirarse como gente de diferentes edades, en especial las personas mayores se mueren en la raya para sacar adelante a sus familias. El Gobierno Federal y el de la Ciudad de México, ya se pronunciaron con apoyos o subvenciones para sus gobernados, pero en el Estado de México algo está pasando, o no hay interés, o los números rojos que vienen arrastrando de administraciones pasadas no dejan al actual gobierno mexiquense hacer una tarea loable.
Sólo hace falta mirar o voltear al sector Salud y nos daremos cuenta que la situación en el Estado mexiquense está de cabeza.
Los ciudadanos mexiquenses saben que no cuentan con el apoyo de sus autoridades, por esa razón, tienen que salir a arriesgarse en medio de esta crisis, a morirse en la raya, antes que morirse de hambre. Para las familias mexiquenses, la pandemia es un riesgo de vida, como muchos otros que se juegan día a día, y que, sin seguro de vida, sin apoyo del gobierno estatal, salen a las calles, o a sus trincheras de venta a dignificar su vida laboral. Ellos saben, que otros países en estos casos, el gobierno los cobijaría. Desgraciadamente, no se goza de una economía como en la Unión Europea, y los trabajadores tienen que salir de sus hogares para brindar