• Produce casi 20 mil toneladas de pescado al año.
• Cultivan 15 millones de alevines cada 20 días aproximadamente.
Jocotititlán / Estado de México
Considerado por instituciones de investigación como la unidad más productiva de todo el país, el Centro Acuícola de Tiacaque, en Jocotitlán, Estado de México, trabaja día y noche por entregar organismos de la mejor calidad y de forma gratuita a los acuacultores mexiquenses.
El Centro Acuícola de Tiacaque es uno de los tres centros acuícolas que dependen de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) y es ahí en donde se colabora de forma constante para que el Estado de México sea considerado como una de las primeras 15 entidades sin litoral que más pescado producen.
Con casi 20 mil toneladas de pescado al año, el Estado de México, ocupa los primeros lugares a nivel nacional con la producción de 10 mil 210 toneladas de carpa y 4 mil 701 toneladas de trucha con 4 mil 701, entre otras especies.
Gracias al trabajo que se realiza en el Centro Acuícola de Tiacaque es que los productores mexiquenses logran esos volúmenes en la producción de carpa.
Es entre los meses de marzo y agosto cuando se inicia el proceso de selección de los organismos más adecuados para realizar la reproducción y desove; tras un trabajo de redeo en los estanques se seleccionan a las carpas adultas más adecuadas para la fecundación.
Los machos sus características deben ser de piel dura o rasposa al tacto y que al apretar la zona genital salga un poco de semen.
“En el caso de los machos tenemos que ir seleccionando los que ya vayan teniendo posibilidades de ser más viables para el desove analizando sus características externas, los que tengan las mejores características son los que se ocupan para la reproducción.
“Para el caso de las hembras, las que tengan un vientre más voluminoso, blandito al tacto y la zona genital enrojecida, son sus características externas, que nos dan la pauta para seleccionar entre una viable y una no viable”, explicó Gerardo Ontiveros López, Jefe del Centro Acuícola de Tiacaque.
Una vez seleccionados los organismos adecuados, son trasladados a la zona de reproducción en donde se juntan a los machos y a las hembras para iniciar el cortejo.
En el caso de las carpas la fecundación es externa, ya que mientras el macho las estimula ellas sueltan huevecillos que se sincronizan con la expulsión de semen de los machos para fecundarlos.
Una vez fecundados, los huevecillos se adhieren a las redes que han sido dispuestas alrededor de los estanques destinados para la fecundación y la reproducción. En 24 horas, estas redes con los huevecillos serán trasladadas a la zona de incubación.
En seis estanques recientemente renovados en diseño y tecnología, los huevecillos son dispuestos de acuerdo con su maduración; gracias a este nuevo ambiente en la zona de incubación se obtienen en aproximadamente 20 días alrededor de 15 millones de alevines más vigorosos, sanos y resistentes.
Los alevines recién nacidos ya pueden ser entregados a los productores con esa talla, para que los acuacultores los siembren en sus presas, jagüeyes o estanques controlados.
Cabe señalar que entre más pequeño sea el alevín tiene mayor capacidad de adaptación y supervivencia en su nuevo hábitat. Al alevín le toma alrededor de tres semanas para adquirir la talla de cría joven.
La alimentación es muy importante en todas las etapas de la vida de las carpas, ya que como el proceso de crecimiento en el Centro Acuícola de Tiacaque es intensivo, es a través del alimento rico en proteína y carbohidratos como se logra el sano crecimiento de los organismos, cuya dieta se complementa con la flora natural de los bordos en los que se depositan.
“En su medio natural la carpa es un pez omnívoro que se alimenta de lo que encuentra en el medio, en el estanque, en la presa, en la laguna; pero aquí, como se trata de sistemas intensivos tenemos que proporcionar alimentación extra, que en este caso es alimento peletizado, dependiendo de la talla de los organismos es el tamaño del alimento que se les proporciona”, señaló Gerardo Ontiveros.
Finalmente, en la zona de estabulación y empaque es donde se confinan a los peces que irán a entregarse a los productores de municipios como Acambay, Valle de Bravo, Almoloya de Juárez, Villa Victoria y Amanalco, sólo por mencionar a las localidades con mayor actividad acuícola.
Ahí los productores se encargarán de la siembra de sus organismos, mismos que gracias a la capacitación que proporciona el personal de Sedagro los productores logran obtener al cabo de seis o siete meses, crías de aproximadamente 300 gramos para la venta y el consumo en diversas ramas de la industria pesquera, restaurantera y gastronómica.