- El alcalde electo acusó a las pasadas administraciones por saquear las arcas
Naucalpan / Estado de México
El presidente municipal electo de Naucalpan, Edgar Olvera Higuera, anticipó que el primer año de su administración será difícil, pues las finanzas del ayuntamiento se encuentran en “quiebra técnica”.
Es por ello, que en los primeros meses de su gobierno se dedicará a sanear la administración de los recursos, además de resolver el problema de corrupción, que ha permitido el saqueo de las arcas municipales a lo largo de diez años, principalmente por la última administración panistas y las dos últimas priistas.
En este sentido, enfatizó que realizará una limpia en el municipio, para evitar que la corrupción continúe.
Por ello, revisará a fondo las cuentas que va a recibir y ejercerá acción penal contra quien resulte responsable, si existen irregularidades en las cuentas públicas o bienes del ayuntamiento.
“No voy por una cacería de brujas, pero sí tenemos que investigar las causas de esta situación y, si se detectan irregularidades, se buscará a los responsables y se fincarán responsabilidades, sea quien sea”, comentó.
El futuro alcalde de extracción panistas dijo desconocer el monto total que adeuda la localidad, pero es un hecho que las cosas no van bien, lo que complicará su primer de gobierno y el desarrollo de la región.
Dio a conocer que una parte de la deuda corresponde a los mil millones de pesos que se le deben a proveedores, pero se desconoce cuáles son empresas reales y cuáles son las creadas por el ex edil David Sánchez Guevara, por lo que se tendrá que verificar a fondo esta situación.
Añadió que también se deben 700 millones de pesos derivados de los laudos promovidos por ex empleados municipales, a quienes no se les ha pagado liquidaciones e indemnizaciones.
En cuanto Seguridad Pública, Edgar Olvera anunció que adelgazará la nómina de la corporación, pues opera con mil 800 elementos, que a su parecer son demasiados para la operación de Naucalpan.
“Yo prefiero tener menos policías, pero armarlos bien, uniformarlos bien, hacerlos que ganen dignamente y poder confiar en cada uno de los que se quede, pues es necesario que se premie a los que trabajen bien y se despida a los que no.”, señaló.
