Estamos a unos días de iniciar las campañas para Alcaldías y diputaciones locales en el Estado de México, todos prometerán más seguridad –algunos sin tener idea lo que prometen-, otros prometerán mejores opciones de vida, aunque no sepan por donde van iniciar sus trabajos cuando gane; otros por medio del populismo demagogo engañaran a la gente; y habrá quien tiene la intención de hacer bien las cosas, pero, sino son del partido político del oficialismo, difícilmente podrán hacer una labor buena, aunque ya ha habido excepciones, como es el caso de Nezahualcoyotl, en la administración de Juan Zepeda.
Al final, pocos hablarán de Cultura, lo verán como un tema sin importancia, porque se preocuparán por armar mejor a sus policías, que, sin preparación, tratarán de combatir la delincuencia. Los candidatos presidenciales, por ejemplo, voltean a ver este rubro de la Cultura, de gran importancia para fortalecer un eslabón de la seguridad pública, de la vida cotidiana, la nacional y en también de los mexiquenses. La Educación, la cultura se deben de tomar como una seria solución para combatir la delincuencia, y los distintos delitos, tan graves como el secuestro, el feminicidio, como muchas otras conductas antijurídicas, señaladas en los catálogos de los Códigos penales. El empleo, la educación, la cultura son rubros que se deben tomar en cuenta para combatir los altos índices de delincuencia. Si bien es cierto, que los candidatos deben tener entre sus propuestas como atacar la inseguridad, la sociedad no quiere escuchar la misma cantaleta de la famosa y desacreditada lucha frontal contra el crimen organizado, o la delincuencia tan común y corriente. Los ahora candidatos y futuros Presidentes Municipales, así como, los diputados locales deben saber que van a proponer para legislar, con estudios claros y personales de política criminal, hacer valer el artículo 115 constitucional y la importancia de los municipios, así como su autonomía social, para que por medio de la participación ciudadana se adentren en políticas públicas que logren enganchar a la sociedad para combatir la delincuencia de una manera indirecta pero efectivamente. La Cultura es una expresión que integra a los diferentes sectores sociales y que los políticos, lo deben de ver como una herramienta de trabajo y de prevención social, actualmente existen municipios como Tlalnepantla que trabajan con este esquema, aunque falta ser más tranversal. La Cultura es un tema que debe de estar en la agenda política de todos los candidatos y voltear a ver propuestas concretas y no pinceladas de imaginación. Será complicado ver buenas propuestas de trabajo en las campañas, muchos políticos nos dirán lo mismo siempre, pero hay que ver hacia el futuro y hacia la Cultura.
