Con mucha incertidumbre se acerca el tercer informe del Presidente de la República, el cual, la expectativa es pobre; aunque sigue teniendo gran aceptación entre el pueblo de México, la realidad es que se empieza a sentir el desencanto de la sociedad por la pobreza en la propuesta de trabajo y políticas públicas que maneja Andrés Manuel López Obrador.
La pandemia y la economía han sido eslabones que tienen confundida a la gente por el manejo de estas dos vertientes. La población sigue con la esperanza de un cambio, hay políticas que han gustado como el apoyo a las personas de la tercera edad, a los jóvenes, el seguimiento que se le está dando a los políticos corruptos que se enriquecieron en administraciones anteriores, la destitución de personajes importantes que se les vinculó en actos ilícitos, la forma de exhibir situaciones que lastimaron a la economía del país.
La parte antagónica de todo esto, ha sido la caída de la economía, el gobierno trata de ocultar su manejo desacertado con la pandemia, la realidad es que, cada vez hay más pobres y no basta con un apoyo económico. La seguridad pública ha sido otro rubro, donde ha quedado a deber este gobierno, si bien es cierto que se ha buscado limpiar los malos manejos, también es verdad que no se han tomado las mejores decisiones en esta materia; la guardia nacional no ha cumplido hasta ahora con las expectativas, el Ejercito mexicano ha sido exhibido vilmente, y el crimen organizado ha avanzado más con sus plazas y crímenes a cualquier hora del día, hay Estados donde la delincuencia organizada está desbordada.
Del tema de Salud, cada vez se ve más desbordado el tema de los contagios, no cuadran las cifras de muerte que lleva el gobierno federal con los Estados y municipios y los panteones cada vez están más llenos, para el gobierno de MORENA, todo está bien.
El mundo intelectual ve desde la barrera a un gobierno al que ya no saben si seguir apoyando, dicho por ellos, se han percatado que se está perdiendo la brújula de lo que se esperaba fuera un contundente gobierno de izquierda, con políticas públicas claras, y eje para Latinoamérica.
En México se empieza a respirar decepción, se espera que el Presidente de la República de un tercer informe de gobierno donde de un cambio de timón al rumbo que lleva y proponga una agenda próspera para la siguiente mitad de su mandato, sin actitudes populistas y protagonistas. Los mexicanos necesitan sentir a un verdadero líder en el que confiaban un cambio contundente.
