Miguel Polaino-Orts
Universidad de Sevilla
“Peregrinó mi corazón y trajo /
de la sagrada selva la armonía”[1].
Rubén Darío.
2016 es un año pródigo en centenarios ilustres: el 23 de abril se conmemora el cuarto centenario de la muerte de tres genios de la Literatura Universal: Miguel de Cervantes, William Shakespeare[2] y Gómez Suárez de Figueroa, más conocido por su apodo: Inca Garcilaso de la Vega; el 29 de junio, el séptimo centenario de la muerte el filósofo y escritor mallorquín Ramon Llull (Raimundo Lulio)[3]; el 11 de mayo, el centenario del nacimiento del Nobel español Camilo José Cela; y antes, el 6 de febrero, el de la muerte de Félix Rubén García Sarmiento, más conocido con el sobrenombre que le hizo célebre: Rubén Darío, el nicaragüense universal, ahora propuesto como “Héroe nacional” en su país, padre del modernismo con cuya obra dio un vuelco a la literatura de su tiempo y de los venideros. El escritor y ensayista Francisco Umbral lo dijo con acierto y belleza: “Aunque su mercancía es el Modernismo, lo que realmente trae Rubén es algo más profundo y difundido, nada menos que la modernidad”. Y añade: “Rubén tiene esa cosa inaugural y festiva que vuelve la esquina de un siglo, es el quicio humano por el que nos asomamos a lo venidero y no sólo entonces, sino todavía hoy”[4].